La Unión Europea aprueva vetar los pestizidas neonicotinoides...

Abeja polinizando la flor de la col

Hay que recordar que la principal función de las abejas es la polinización, es verdad que esta importantísima tarea la comparten con otros insectos pero se considera que la realizada por las abejas es la más eficiente. Ciertos venenos usados en la agricultura industrial para proteger las cosechas de las plagas acaban con la vida de los polinizadores y es que los venenos no hacen distinciones... desde este pasado Lunes 29 de Abril podemos decir que ¡estamos de enhorabuena!, porque la Unión Europea tras una segunda votación he decidido vetar los pesticidas neonicotinoides.

Gracias al apoyo de una mayoría de países se ha conseguido prohibir durante dos años los tres neonicotinoides más utilizados como plaguicidas en la siembra del girasol, la colza, el algodón y el maíz, por los riesgos que plantean para la salud de las abejas. Quince países han dado su visto bueno al veto de dos años, entre ellos Alemania, Bulgaria, que en reuniones anteriores se abstuvieron y de España, que se mostró a favor meses atrás.

Se prevé su entrada en vigor desde el próximo 1 de Julio. La propuesta se basó en un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que señalaba a tres plaguicidas de la familia de los neonicotinoides comercializados en Europa por Bayer y Syngenta: clotianidina, tiametoxam e imidacloprid.

Abeja polinizando colza

Abeja polinizando girasol

Estos químicos afectan al sistema nervioso de los insectos causándoles parálisis y hasta la muerte, pero no suponen un riesgo para la salud humana. La medida afectará a un tercio de las semillas preparadas en la UE donde España es uno de los principales productores, por lo que inicialmente pidió aplazar cualquier decisión hasta tener más datos científicos, aunque finalmente se pronunció a favor en una primera votación celebrada en Marzo.
Aquí hay una conflicto de intereses por un lado los apicultores, ecologistas y por otro las multinacionales Bayer y Syngenta además de los agricultores que se dedican a este tipo de cultivos y que expresan la dificultad que les supone producir el maíz, la colza o el girasol sin el uso de estos plaguicidas.